Después de un año, en la mayoría de las casas el home office sigue siendo una constante. En términos de concentración y productividad, especialmente si se tienen niños o más familiares cerca, es hora de definir y diseñar una zona concreta para poder trabajar de manera cómoda y eficiente.
1. Espacio tranquilo y privado.
Hay que instalar la oficina en la parte más tranquila del hogar. Si no se cuenta con una habitación privada para ello, una puerta corredera o un separador de ambientes puede ayudar a eliminar las distracciones y el bullicio de la vida cotidiana. Además, esto también será perfecto para desconectar cuando acabes tu horario laboral, ya que no tendrás a la vista tu puesto de trabajo.
2. Cada espacio cuenta.
Incluso las esquinas que parecen espacios inútiles, con una buena mesa pueden convertirse en un puesto de trabajo muy motivador.
3. Tonos blancos.
El color blanco es un gran aliado en una oficina en casa, ya que refuerza el efecto de amplitud de la estancia. Además del componente estético, la interpretación de un color también se concreta desde el ámbito de la colorterapia, el blanco crea un ambiente tranquilo, una amplitud visual perfecta para trabajar e invita a la concentración. También, se puede añadir contrastes llamativos al diferenciar una de las paredes con una imagen diferente, y objetos decorativos que rompan con la uniformidad del blanco neutro.
4. Buena iluminación.
Una mala iluminación no sólo afecta a nuestra visión y puede perjudicar nuestro trabajo, sino también a nuestro estado de ánimo. Hay que procurar que el puesto de trabajo se encuentre cerca de una ventana que deje pasar la luz natural, o en su defecto, contar con una buena iluminación artificial; es mejor que sea difusa y colocarla en una buena posición para evitar reflejos en la pantalla.
5. Una buena silla.
Es un mueble imprescindible en el espacio de trabajo. Cada día, se permanecen períodos muy prolongados reposando sobre la silla, así que es necesario hacerse con una cómoda, ergonómica, transpirable y ajustable, que aporte el máximo nivel de confort; esto incluirá directamente sobre la productividad y eficacia de cada día.
6. Mantener un orden.
Un área de trabajo organizada genera eficiencia y disminuye el estrés. Es muy importante que nuestro espacio cuente con zonas de almacenamiento como muebles con ruedas, estantes o cajoneras.
7. Detalles naturales.
Incluir plantas en la oficina de la casa aporta vida, calidez y le dan un toque de frescura al espacio. Además, disminuyen el estrés, aumentan la productividad y mejoran la calidad del aire.
Por encima de todo, la palabra clave para crear el espacio de trabajo adecuado para ti es mantenerlo personal. Lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra, y probar algunas ideas nuevas puede ayudarte a encontrar la combinación perfecta de creatividad y productividad. Tu oficina es tu espacio, así que asegúrate de que lo sientas así.
Fuente: https://www.dimensi-on.com/blog/