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Dec 21, 2020 | Uncategorized

Cómo entrenar la flexibilidad en casa: tres puntos clave para ser más flexible

Todos estamos de acuerdo en que la movilidad es una cualidad muy importante y desde luego se vuelve fundamental conforme nos vamos haciendo mayores, pero hay otra cualidad que va de la mano de la movilidad y es la flexibilidad. Sin una correcta flexibilidad es bastante complicado que la movilidad de tus articulaciones sea buena, […]

Todos estamos de acuerdo en que la movilidad es una cualidad muy importante y desde luego se vuelve fundamental conforme nos vamos haciendo mayores, pero hay otra cualidad que va de la mano de la movilidad y es la flexibilidad.

Sin una correcta flexibilidad es bastante complicado que la movilidad de tus articulaciones sea buena, así que vamos a enseñarte los puntos que pueden ayudarte a volverte más flexible.

Empieza a estirar bien

Sí, tal y como lo estás leyendo; ganar flexibilidad no consiste únicamente en estirar, sino que tienes que estirar bien, y para estirar bien debes calentar primero las articulaciones. Haciendo esto podrás alcanzar un mayor rango de movimiento y de esta manera te será más sencillo ganar flexibilidad.

Entonces, la primera de las preguntas es; ¿cómo puedes calentar las articulaciones?

Pues existe una cantidad muy diversa de métodos. Puedes utilizar por ejemplo métodos pasivos como las duchas calientes o las saunas, o puedes utilizar métodos activos como por ejemplo el cardio o los estiramientos dinámicos.

Si quieres calentar un grupo muscular concreto también puedes utilizar los rodillos de espuma. Son muy sencillos de usar y sin embargo son muy efectivos a la hora de aumentar el rango de movimiento de las articulaciones.

Una vez hayas calentado correctamente es recomendable que hagas estiramientos que por lo general superen los treinta segundos de duración. Si los mantienes durante menos tiempo lo más seguro es que su efecto sobre la movilidad no sea muy significativo.

Otro método que puedes probar es la facilitación neuromuscular propioceptiva o FNP, que es una técnica algo más compleja pero que también puede serte muy útil.

Haz entrenamiento de fuerza

El consejo en este caso es simple y contundente: haz entrenamiento de fuerza. Hay deportes como el pilates o el yoga que pueden ayudarte a mejorar tu movilidad, pero estos deportes por lo general no están acompañados de una mejora en la calidad de la masa muscular.

En concreto, la fase excéntrica de los ejercicios puede ser muy efectiva de cara a mejorar la flexibilidad de las articulaciones, y no solo eso sino que además también puede ayudarte a ganar algo de masa muscular.

Y no, no vas a volverte menos flexible por ganar masa muscular. Sí que es cierto que unos músculos más desarrollados dan lugar a un menor rango de movimiento, pero esto solo ocurre cuando la cantidad de masa muscular ganada es muy alta y desde luego unos kilos de masa muscular no le van a sentar nada mal ni a tu físico ni a tu salud.

Puedes optar por la disciplina de fuerza que más disfrutes; CrossFit, fitness, calistenia, powerlifting… Lo importante es que entrenes bien y que no te lesiones, y cuando vayas mejorando ya tendrás tiempo de preocuparte por cómo vas optimizando tus rutinas.

Dedícale tiempo

Aunque este último consejo parece obvio muchas veces se nos olvida y no lo tenemos presente; el que algo quiere, algo le cuesta, y si quieres volverte más flexible ten en cuenta que vas a tener que invertir energía en realizar estiramientos y entrenamientos, pero también vas a tener que dedicarle tiempo y constancia.

Esto es así porque los cambios a nivel muscular y articular no se producen de la noche a la mañana, sino que requieren de un estímulo sostenido y repetido en el tiempo, ¡así que si quieres mejorar tu flexibilidad empieza cuanto antes!